Windows Vista ha recibido muchas evaluaciones negativas. Cuando fue lanzado por primera vez, tuvo más quejas que copias vendidas. Entre estas se incluyen su bajo rendimiento respecto a otros sistemas operativos, pobres mejoras respecto a Windows XP, su prolongado tiempo de desarrollo, pregunta por todas las acciones como las instalaciones aunque sean seguras, su nueva licencia de uso -aún más restrictiva que las anteriores-, su usabilidad, su seguridad, sus requerimientos de hardware, entre otras. Asimismo, Windows Vista tiene una interfaz muy parecida al sistema Aqua de Apple para Mac os X, y son estas similitudes en las cuales muchos piensan que las "innovaciones" de Windows Vista no son más que copias de las ideas que otros sistemas ya poseen. Finalmente, existen también críticas con respecto a su precio.
Las principales críticas negativas que pueden darse del Windows Vista es su incompatibilidad con la mayor parte de los accesorios con los que trabaja un ordenador destinado a ejecutar actividades profesionales en campos empresariales, editoriales o de diseño. Se ha dicho que Windows Vista sirve sobre todo a usuarios domésticos, pero no a profesionales, debido a las limitaciones que ofrece para trabajar con complementos informáticos actualmente no compatibles con este sistema operativo.
Ha de advertirse además que falta un estudio estadístico que informe de a cuántos equipos informáticos, una vez adquiridos por los consumidores, se les ha cambiado el sistema operativo Windows Vista por el de Windows XP e incluso otros se han mudado a nuevas plataformas como Linux o Mac con objeto de hacerlos compatibles con las funciones informáticas habituales y profesionales.